Langostinos en salsa whisky al microondas
Un entrante a base de langostinos en salsa whisky al microondas. Una receta muy fácil y rápida de preparar.
Ideal para cuando tenemos que presentar un plato un poco más exquisito pero no sin ello gastar más dinero o tiempo en la cocina.
Con nuestro horno microondas nos resultará muy rápido de preparar esta receta langostinos en salsa.
Ingredientes:
- 1/2 kg. de langostinos (frescos o congelados)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 8 cucharadas de whisky
- Sal gorda
- Salsa rosa
Preparación recetas langostinos en salsa:
En una fuente apta para horno microondas colocamos los langostinos. Añadimos sal gorda, las 2 cucharadas de aceite de oliva y 6 cucharadas de whisky.
Removemos bien para que se mezclen todos los ingredientes y metemos al horno microondas durante unos 2 minutos.
Al finalizar comprobamos nuestros langostinos.
Incorporamos las otras 2 cucharadas de whisky y volvemos a meter en el microondas 1 minuto más.
El total aproximado de tiempo para nuestros langostinos en salsa de whisky es de entre 3-4 minutos.
Esperamos os guste nuestra receta de langostinos en salsa.
Según Wikipedia:
Los langostinos o lancostadae son una categoría comercial de crustáceos decápodos del suborden Dendrobranchiata. Son nadadores, de color rosado con vetas amarronadas y caparazón semiduro. Su longitud es de entre 12 y 15 centímetros. Se los encuentra en los mares de todo el mundo.
Alimentación
Los langostinos en su vida silvestre consumen materia vegetal y materia vegetal en descomposición (algas). Se alimentan además de productos animales como crustáceos microscópicos, restos de animales, restos de peces y carroña. Algunas especies llegan a consumir peces y gusanos.
En España se considera particularmente a los del género Penaeus, aunque el término también abarca especies de otros géneros.
Propiedades nutricionales de los langostinos
La carne del langostino nos aporta proteínas y tiene poca grasa, aunque destaca por su contenido en ácidos grasos Omega-3. Otros nutrientes destacados son el yodo, el fósforo, el selenio, el calcio, el magnesio y el zinc, entre los minerales; y las vitaminas B12 y B3. Por otro lado, su contenido en colesterol es elevado, por lo que se deberá tener en cuenta en el caso de dietas especiales.
El (1) (del gaélico escocés: uisge-beatha), whiskey (del irlandés: uisce beatha o fuisce), wiski o güisqui es una bebida alcohólica obtenida por la destilación de la malta fermentada de cereales como cebada, trigo, centeno y maíz, y su posterior añejamiento en barriles de madera, tradicionalmente de roble blanco.
Esta bebida alcohólica se comercializa con un contenido alcohólico de entre 40 y 62 % de volumen. El término (1) o whiskey deriva del gaélico escocés uisge beatha y del gaélico irlandés uisce beathadh, que significa «agua de vida» (por ejemplo, el aquavit escandinavo comparte la misma etimología, pasando por el latín aqua vitæ).
El primer escrito sobre el (1) data de 1405 en Irlanda, donde era destilado por los monjes. También fue mencionado en Escocia en 1496.
Sin embargo, se creía que el (1) ya existía desde hacía varios cientos de años, pero cuándo y dónde fue destilado por primera vez es desconocido y, debido a la poca documentación existente, el origen de la bebida es incierto.
En Irlanda, en el condado de Antrim y al norte del Río Bush, se encuentra un poblado llamado Bushmills en el cual se encuentra la destilería más antigua del mundo, “The Old Bushmills Distillery”. En 1608 el rey James Ie otorgó a Sir Thomas Phillips la primera licencia para destilar “aqua vitae” en la historia.
Proceso de elaboración
El proceso de destilación consiste en mezclar agua con cebada y dejarlo fermentar y añejar por lo menos tres años. Para los mejores whiskies se utiliza agua de manantiales únicos y que aportan una gran pureza a la bebida.
El primer paso es el malteado de la cebada; para ello, se remoja y se escurre varias veces a una temperatura aproximada de 13° durante unos tres días. Luego es trasladada a tambores o recipientes industriales de gran capacidad donde se deja germinar, gracias a la humedad obtenida, durante seis días.
Al germinar el cereal, el almidón de la cebada se convierte en azúcar (de donde luego se sacará parte del alcohol en la destilación). Una vez germinada, la cebada se seca en hornos mediante el humo de turba (carbón vegetal que además le da aroma a la malta), dicho proceso dura tres días y suele ser a una temperatura de 70°.
La cebada germinada toma color oscuro, típico del caramelizado por acción del calor, y es cuando podemos hablar de la malta como tal.
A continuación la malta seca y tostada es molida y se mezcla con agua caliente en un tanque. El mosto, o mezcla, obtenido es similar al de una cerveza turbia, al que se le llama wort, y en ese momento se le añaden las levaduras, que harán posible la fermentación.
Este mosto se pasa a cubas donde se dejará fermentar tres días a 33°. De ahí se pasa a la destilación: El wash (wort fermentado) se destila dos veces, en alambiques pot still y spirit still. De la primera destilación en pot still obtendremos un llamado low wine de 25-30°, y al destilarse por segunda vez, obtendremos un whisky de 60°-70°.
Por último llegamos al envejecimiento. Cada tipo de (1) utiliza un tipo de madera en el barril, también es la destilería quien decide si utilizar barriles nuevos, o no, quemados o no, etc.
En el caso de los whiskies de malta, los barriles han de ser de roble y que anteriormente hayan contenido vinos de Jerez o Bourbon. La edad varía dependiendo de la denominación, destilería y propósito.
La madera del barril aporta aroma, taninos y sabor, como en el caso de los vinos, y en la mayoría de casos, se regula el color del producto mediante adición de caramelo. Una vez listo el producto, podremos comercializarlo como tal, realizar mezclas para obtener blendeds, etc.