Lasaña de pollo
Lasaña de pollo realizada con restos de otras comidas. Aprovechamiento de restos. Receta fácil.
La lasaña es un plato de pasta en capas que tiene sus orígenes en la región de Emilia-Romaña en el norte de Italia. La palabra «lasaña» proviene del término italiano «lasagne», que se refiere a las láminas de pasta que se utilizan en la preparación del plato.
Aunque la lasaña moderna se asocia con la cocina italiana, su origen se remonta a la época de los antiguos griegos y romanos, quienes ya preparaban platos de pasta en capas. Sin embargo, la lasaña tal como la conocemos hoy en día, se popularizó en Italia durante la Edad Media.
La receta clásica incluye láminas de pasta intercaladas con una salsa de carne (generalmente de res, cerdo o cordero) y una salsa de tomate, cubierta con queso rallado y horneada hasta que esté dorada y crujiente.
Hoy en día, existen muchas variantes de esta receta, incluyendo opciones vegetarianas, con mariscos, de pollo, y de verduras, entre otras.
Es un plato muy popular en todo el mundo y se puede encontrar en casi todos los restaurantes italianos. También se ha convertido en una comida casera popular y es frecuentemente preparada para ocasiones especiales y eventos familiares.
Ingredientes para nuestra lasaña de carne:
- Sobras de pollo asado o guisado
- Un brick de salsa bechamel ya preparada
- Una taza de tomate frito
- 150 gr de queso graso rallado
- 50 gr de queso parmesano rallado
- Láminas de lasaña (dependiendo de la cantidad de restos de carne que tengamos)
- Una cucharadita de mantequilla
Preparación receta lasaña de carne:
Empezamos pre-calentando el horno a 180º.
Cocemos la pasta según las instrucciones del paquete. Colocamos sobre un paño seco, que no sea de rizo.
Limpiar el pollo de pieles y huesecillos. Desmenuzamos.
Engrasar una fuente para horno con la mantequilla y montar la lasaña en el siguiente orden: la pasta, el pollo, un poco de tomate frito, un poquito salsa bechamel, y algo de queso graso rallado. Repetir las capas tantas veces como las sobras lo permitan. Terminar con pasta.
Verter la restante salsa bechamel sobre la lasaña y espolvorear el queso parmesano. Gratinar durante 5 minutos (hasta que veamos que haya cogido un poco de color tostado por encima).
Servir caliente.
El término «lasaña» proviene de la palabra latina «lasanum», que hace referencia a un recipiente de cocina que se utilizaba para cocinar y servir platos de pasta y otros alimentos. En la Edad Media, se preparaban en capas, alternando capas de pasta con otros ingredientes, como carne, queso y verduras, lo que todavía se hace hoy en día.
En Italia, se ha convertido en un plato típico de la región de Emilia-Romaña y es especialmente popular en la ciudad de Bolonia, donde se elabora una versión tradicional llamada «lasagne alla bolognese», que se prepara con una salsa de carne y bechamel.
En la actualidad, la lasaña se ha popularizado en todo el mundo y es un plato que se prepara de muchas formas diferentes, dependiendo del país y la región.
El queso Parmesano se elabora a partir de leche de vaca cruda y entera, que se coagula con cuajo y se corta en pequeños granos. Luego, se calienta el suero y los granos de leche en una olla grande, lo que produce una masa compacta. Después de enfriarse y cortarse en ruedas, se sumerge en agua salada durante unas semanas para obtener su sabor característico.
El queso Parmesano tiene un sabor intenso y ligeramente salado, con una textura granulosa y dura que se deshace en la boca. Se utiliza para rallar y espolvorear en pastas, sopas, ensaladas y otros platos, y también se puede disfrutar solo como un aperitivo.
El queso Parmesano es una buena fuente de calcio, proteínas y grasas saludables, y es bajo en lactosa, lo que lo hace adecuado para personas con intolerancia a la lactosa en pequeñas cantidades.
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