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Boliñas portuguesas – Postres Thermomix – Thermomix postres
Bolas de Berlim con crema, también llamadas bambas con crema, en España.
Pasteles portugueses
Estas son las famosas Bolas de Berlim, berlinesas, o buñuelos rellenos de crema, que se venden en las playas de Portugal. Estan deliciosas y son muy fáciles de hacer.
Ingredientes:
1ª masa
2 huevos
500 gr de leche
130 gr de harina
1 cuadrado de levadura de panaderia ( he utilizado los cubitos que venden en Mercadona, en la zona de lacteos frescos)
2º masa
30 gr de ron
300 gr de leche
1/2 cucharadita (de las de cafe) de sal
150 gr de azúcar
550 gr de harina
100 gr de mantequilla
piel de una naranja (pequeña)
Preparación de nuestras bambas de crema:
Para la masa nº 1
Coloque todos los ingredientes en el vaso y programe 1 min/vel 6. Dejar que repose y suba
Para la masa nº 2
Con el vaso limpio y seco, coloca la piel de la naranja y pulverizar 10 seg/vel 9
Añadir todos los ingredientes y programar 2 min/ vel espiga
Añadir la primera masa y programar 1 min / vel espiga
Dejar reposar y que suba durante 1 hora
Después, repartir la masa en pequeñas porciones y formar pequeñas bolas . Dejar que repose y vuelvan a subir durante 30 minutos
Freir en aceite de girasol, dando la vuelta para que queden bién doraditas
Pasarlas por azúcar y rellenarlas a su gusto (puede ser con crema pastelera (es lo más habitual) o con chocolate.
El azúcar puede ser una mezcla de azúcar blanquita mezclado con azúcar glass, para que agarre mejor.
Igualmente se pueden comer sin ningún relleno. Va a gusto del consumidor.
Están deliciosas.
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Tradicción bolas de Berlim Portugal
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Tradición de los Postres Conventuales en Portugal
La gastronomía portuguesa destaca por su riqueza y variedad, pero si hay algo que realmente merece una mención especial es la tradición de los postres conventuales. Estas delicias dulces, herencia de los conventos y monasterios, representan una de las joyas más valiosas de la repostería lusa. Elaborados con ingredientes básicos como yema de huevo, azúcar y almendra, estos postres no solo deleitan al paladar, sino que también cuentan historias de ingenio y tradición. En este artículo, exploraremos el origen, los postres más emblemáticos y su influencia en la cultura portuguesa.
Origen de los Postres Conventuales
La tradición de los postres conventuales en Portugal se remonta a la Edad Media, cuando los conventos y monasterios jugaban un papel fundamental en la sociedad. Durante los siglos XV y XVI, con la expansión de las colonias portuguesas y la llegada del azúcar de caña, el país se convirtió en un productor importante de este ingrediente, permitiendo su acceso en grandes cantidades.
Los conventos, en particular, aprovechaban las claras de huevo para almidonar los hábitos religiosos, lo que dejaba un excedente de yemas. Ante la necesidad de no desperdiciar nada, las monjas comenzaron a idear recetas en las que utilizaban grandes cantidades de yema de huevo junto con azúcar, almendras y otros ingredientes locales como canela y frutos secos.
De este modo, nacieron los postres conventuales, dulces de elaboración delicada y compleja que pronto se hicieron populares fuera de los muros religiosos. Muchos de estos postres se convirtieron en tradición y se mantienen vivos hasta hoy.
Postres Conventuales Más Emblemáticos
A continuación, presentamos algunos de los postres conventuales más representativos de Portugal:
- Pastéis de Belém (o Pastéis de Nata) Los pasteles de nata son quizá el postre portugués más conocido a nivel mundial. Su origen se remonta al Monasterio de los Jerónimos, en el barrio de Belém, Lisboa. Estas tartaletas de hojaldre rellenas de crema a base de yemas y azúcar se sirven espolvoreadas con canela y azúcar glas. Aunque actualmente se pueden encontrar en cualquier rincón de Portugal, la receta original sigue siendo un secreto muy bien guardado.
- Pão de Ló El Pão de Ló es un bizcocho esponjoso y ligero que se prepara principalmente con huevos, azúcar y harina. Su textura suave y su sabor delicado lo convierten en un postre imprescindible en celebraciones religiosas y festividades. Este dulce conventual es muy popular en regiones como Alfeizerão y Ovar, donde cada variante tiene una consistencia ligeramente diferente.
- Toucinho do Céu Literalmente traducido como «Tocino del Cielo», este postre debe su nombre a la abundante cantidad de yema de huevo y azúcar utilizados en su elaboración, que le dan una textura densa y un sabor único. Originario del convento de Odivelas, el Toucinho do Céu suele llevar también almendras molidas y, en algunas versiones, un toque de licor.
- Queijadas de Sintra Estas pequeñas tartas originarias de la región de Sintra combinan requesón, azúcar, yemas y canela en una base crujiente de hojaldre. Las Queijadas tienen una historia de más de 700 años y se han convertido en un símbolo gastronómico de la región.
- Barrigas de Freira Literalmente, «Barrigas de Monja», estas delicadas preparaciones combinan pan, yemas, azúcar y canela. La receta se originó en los conventos del norte de Portugal y sigue siendo un clásico en las celebraciones tradicionales.
- Almendrados Los almendrados son dulces a base de almendra, claras de huevo y azúcar. Aunque su receta es sencilla, el sabor es excepcional y la textura ligeramente crujiente hace que sean muy apreciados.
La Importancia Cultural de los Postres Conventuales
Los postres conventuales representan mucho más que un simple placer culinario. Constituyen un testimonio vivo de la historia de Portugal, de sus tradiciones religiosas y de la importancia del ingenio en tiempos de escasez. Cada convento solía guardar celosamente sus recetas, lo que generó una competencia amistosa entre las diferentes instituciones religiosas.
Hoy en día, estos dulces forman parte integral de las celebraciones portuguesas, desde la Navidad hasta las bodas y fiestas locales. En muchas regiones del país, se celebran festivales dedicados exclusivamente a los postres conventuales, como la «Mostra de Doces Conventuais» en Alcobaça, donde es posible degustar las versiones más auténticas.
El Papel de la Tradición en la Repostería Moderna
A pesar de los avances en la gastronomía y las nuevas tendencias culinarias, la tradición de los postres conventuales sigue intacta. Los chefs portugueses contemporáneos han encontrado en estos dulces una fuente de inspiración, reinventándolos y adaptándolos a los gustos actuales sin perder su esencia.
Restaurantes y pastelerías de todo el país mantienen viva la tradición al ofrecer postres conventuales elaborados con recetas centenarias. Al mismo tiempo, muchos turistas viajan a Portugal con el objetivo de descubrir estos sabores únicos.
Conclusión
La tradición de los postres conventuales en Portugal es un testimonio de la creatividad y el ingenio que caracterizaban a los conventos portugueses. Estas delicias dulces no solo han perdurado en el tiempo, sino que también han conquistado los paladares de personas de todo el mundo. Desde los icónicos Pastéis de Belém hasta el delicado Toucinho do Céu, cada postre cuenta una historia de devoción, tradición y sabor.
Si visitas Portugal, no puedes dejar de probar estos postres únicos que combinan historia y gastronomía en cada bocado. La tradición de los dulces conventuales no es solo un legado culinario, sino también un viaje al pasado que permite disfrutar de la esencia más dulce del país luso.