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Albóndigas de pollo con salsa de tomate para niños
Albóndigas de pollo con salsa de tomate para niños. Si hay algo que gusta a los niños, son las albóndigas y la pasta, así que hoy os propongo unas albóndigas de pollo con salsa de tomate para niños y no niños. Están muy buenas y son fáciles de preparar a la vez que es una receta económica.
Ingredientes:
- 2 pechugas de pollo picaditas
- 2 dientes de ajo
- 1 huevo
- 2 lonchas de pan Bimbo
- 2 cucharas (de sopa) de leche
- 1 cuchara (de sopa) de harina
- Pan rallado para rebozar
- Perejil picado
- Sal
- Aceite para freir
- 5 tomates naturales de lata
- 1 cebolla
- 1/2 pimiento rojo
- 1/4 pimiento verde
- 1/2 vasito de vino blanco
Preparación:
Primero en un recipiente desmenuzamos el pan Bimbo u otro tipo de pan de molde, y le añadimos la leche. Lo mezclamos bien para que se haga una masa.
Añadimos las pechugas de pollo desmenuzadas y picaditas muy finas.
Añadimos el huevo, la harina, perejil picado y el ajo bien picadito. Mezclamos muy bien para que se integren todos los ingredientes hasta formar de nuevo una masa consistente.
Formamos bolitas y las rebozamos en pan rallado. Reservamos.
Ahora preparamos la salsa de tomate. En una sartén con aceite de oliva, sofreímos la cebolla y los pimientos picaditos. En cuanto estén hechos ( unos 7 minutos a fuego suave, más o menos), añadimos los tomates. Dejamos que se hagan, moviendo siempre para que se deshagan, si fuese necesario. Añadimos un poco de sal y vino blanco. Dejamos que reduzca un poco.
Esta salsa así ya valdría como una rica salsita, pero como es una receta para niños, una vez finalizada la preparación de la salsa de tomate, pasamos por la batidora eléctrica y lo dejamos reducido a puré, así les es más fácil de comer y agradable para los niños.
En aceite caliente, freímos las albóndigas de pollo, hasta que queden doraditas. Las retiramos a una bandeja con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Las volcamos en una fuente y echamos la salsa de tomate por encima. Lo servimos acompañado de pasta o bien de arroz blanco o patatas fritas.
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Receta de auténtica salsa de tomate casera
Ingredientes:
- 1,5 kg de tomates maduros
- 2 cebollas medianas
- 4 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta negra molida
- 1 cucharadita de azúcar
- Hierbas frescas como orégano, albahaca o tomillo (opcional)
Instrucciones para nuestras albóndigas en salsa:
-
Lava los tomates y córtalos en cuartos. Pela y corta las cebollas en trozos grandes. Pela y pica los ajos.
- En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Añade las cebollas y los ajos y cocina durante unos minutos hasta que estén dorados y tiernos.
- Añade los tomates y saltea durante unos 5 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que los tomates empiecen a soltar sus jugos.
- Baja el fuego y tapa la sartén. Cocina a fuego lento durante unos 30 minutos, revolviendo de vez en cuando.
- Pasados los 30 minutos, los tomates deberían haberse ablandado y la mezcla debería tener una consistencia similar a la salsa.
- Saca la sartén del fuego y deja que se enfríe un poco. Luego, pasa la mezcla por un pasapurés o licuadora para obtener una salsa suave y sin grumos.
- Vuelve a poner la salsa en la sartén y calienta a fuego medio. Añade sal y pimienta al gusto, así como una cucharadita de azúcar para equilibrar la acidez.
- Si lo deseas, puedes añadir hierbas frescas como orégano, albahaca o tomillo para darle un sabor adicional.
- Deja que la salsa se cocine durante otros 10-15 minutos a fuego medio, hasta que tenga la consistencia y sabor deseados.
- Sirve la salsa de tomate casera caliente o fría según tu preferencia. Puedes utilizarla en una gran variedad de platos, desde pastas hasta pizzas, guisos y mucho más.
Propiedades nutricionales del tomate
- Vitamina C: El tomate es rico en vitamina C, que es un antioxidante que ayuda a proteger las células del cuerpo contra el daño de los radicales libres.
- Licopeno: El tomate es una de las mejores fuentes de licopeno, un antioxidante que se ha relacionado con la prevención del cáncer y la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas.
- Potasio: El tomate es una buena fuente de potasio, un mineral esencial para el equilibrio de los fluidos corporales y la función del corazón y los músculos.
- Fibra: El tomate es rico en fibra, lo que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable y a controlar los niveles de colesterol.
- Vitamina K: El tomate es una buena fuente de vitamina K, que es esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea.
- Vitamina A: El tomate es una fuente importante de vitamina A, que es necesaria para la salud ocular y el sistema inmunológico.
- Ácido fólico: El tomate es una buena fuente de ácido fólico, que es necesario para el desarrollo fetal y para mantener la salud del corazón.
En resumen, el tomate es una fruta altamente nutritiva y beneficioso para la salud en muchos aspectos.
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