Comida árabe – cuscús de pollo

Comida árabe – cuscús de pollo.  El cuscús o alcuzcuz en hispanoárabe Solo en Argelia y Marruecos se conserva la pronunciación bereber de la palabra, y existen versiones de este plato en otros países del norte de África. Es un plato tradicional bereber hecho a base de sémola de trigo y es uno de los muchos íconos dentro de la comida árabe.

Ingredientes del cuscús:

• 400 g de pechuga de pollo
• 250 g de cuscús (1 vaso)
• 250 ml de agua (1 vaso)
• 60 g de uvas pasas
• 200 ml de vino blanco
• 1 limón
• 1 cebolla
• 1 pimiento pequeño rojo y otro verde
• 2 cebollinos
• 2 zanahorias
• 1 tomate
• Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
• Hierbas provenzales y estragón (al gusto)

Preparación de nuestro cuscús de comida árabe:

Empezamos dejando las uvas pasas en un bol junto con el vino y un poco de limón, durante un par de horas, para que se hidraten y a la vez vayan cogiendo el aroma del vino.

Ahora cortamos las pechugas de pollo a lo largo, en tiras, las cuales a continuación cortaremos por la mitad, para que queden más o menos del tamaño de medio dedo.

Las ponemos a temperatura ambiente junto con las hierbas provenzales, estragón, sal, pimienta y un poco de limón, y las dejamos el tiempo necesario mientras que preparamos el resto de ingredientes.

Cortamos la cebolla, pimientos, cebollino, zanahorias y el tomate en rodajas o trocitos, relativamente gorditos para que sigan crujientes después de freírlos.

En una cazuela ponemos a fuego lento con el aceite de oliva y echamos todas las verduras, menos el tomate (éste se echará más tarde, cuando las demás verduras estén ya casi pochadas del todo).

Dejamos que se cocine todo a fuego lento durante unos 15 minutos más o menos. Salpimentamos a gusto.

Una vez que ya está todo pochado, lo retiramos a un plato y en la misma sartén echamos los trozos de pollo.

Lo freímos hasta que coja color dorado, subiendo un poco la temperatura al final de la cocción.

Añadimos a la sartén con el pollo, las pasas junto con el vino que tenemos reservado.  Lo dejamos a fuego lento hasta que se evapore un poco del vino blanco ( unos 5 minutos ).

A continuación echamos el resto de verduras que teníamos reservadas y dejamos evaporar otro poco a fuego suave.

Pasados unos 10 minutos tendremos una salsa un poco espesa, ya que ha reducido el vino y las verduras. El pollo estará muy tierno y jugoso.

Preparación del cuscús:

Aunque el cuscús se prepara tradicionalmente al vapor, en éste caso los hemos hecho echando agua hirviendo sobre el mismo y dejando que se hinche durante 5 minutos.

Para ello hemos hervido 250 ml de agua con una cucharadita de sal y una de aceite de oliva y la hemos echado sobre 250 gr. de cuscús en un recipiente.

Lo dejamos reposar durante 2 minutos y a continuación añadimos una cucharada de mantequilla.  Lo dejamos a fuego suave durante 3 minutos, removiendo con un tenedor de madera para separar los granos.

A continuación el cuscús ya debe de estar listo.  Lo veremos porque se ha inflado y ha doblado su tamaño, está blando y su color es más claro.  De no ser así, lo dejamos un par de minutos más.

Una vez ya lo tengamos, retiramos y ya estaría listo para servir.

Lo volcamos en una bandeja honda, removemos y añadimos las verduras y el pollo por encima, y ya tenemos listo nuestro delicioso plato de comida árabe a base de cuscús de pollo árabe también llamado cuscús de pollo y verduras marroquí.

Conservacion: El cuscús se puede conservar hasta 3 días en la nevera o congelado, por un lado el caldo con las verduras y carne y por otro el cuscús.

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El Sabor del Desierto: Historia, Tradición y Platos Típicos de la Comida Árabe

Introducción: Un viaje culinario por el mundo árabe

La cocina árabe no es solo una forma de alimentación, es una expresión viva de historia, hospitalidad, comercio y espiritualidad. Proveniente de una vasta región que abarca desde el norte de África hasta el Medio Oriente, la comida árabe se caracteriza por su diversidad, intensidad de sabores y el uso equilibrado de especias, legumbres, carnes y cereales. Este viaje culinario atraviesa siglos de intercambios culturales, desde la época de las caravanas en el desierto hasta la cocina moderna de las grandes ciudades como El Cairo, Beirut o Marrakech.

Orígenes y evolución de la gastronomía árabe

El desarrollo de la cocina árabe está íntimamente ligado a la historia del mundo islámico. Los antiguos imperios árabes, como los califatos Omeya y Abasí, jugaron un papel esencial en la difusión de ingredientes y técnicas culinarias. A través de las rutas de la seda y las caravanas del desierto, productos como el arroz, el azúcar, las especias, los frutos secos y los cítricos se expandieron desde Asia hacia el norte de África y Europa.

Con la expansión del islam, también se extendieron hábitos alimenticios basados en la halal, el código alimentario religioso, que determina los alimentos permitidos. Esta normativa influenció prácticas como el sacrificio ritual de animales, la prohibición del cerdo y del alcohol, y el énfasis en la limpieza y la presentación de los platos.

Ingredientes esenciales de la cocina árabe

La comida árabe se caracteriza por el uso generoso de ingredientes naturales, nutritivos y sabrosos. Algunos de los más utilizados incluyen:

• Legumbres: garbanzos, lentejas, habas

• Cereales: trigo bulgur, cuscús, arroz

• Carnes: cordero, pollo y ternera

• Frutos secos: almendras, pistachos, nueces

• Especias y hierbas: comino, canela, cardamomo, menta, cilantro, za’atar

• Aceites: aceite de oliva como base principal

• Lácteos: yogur, labneh, queso feta

• Verduras: berenjena, tomate, pepino, cebolla

• Frutas secas y frescas: dátiles, higos, granada, naranja

Características distintivas de la comida árabe

1. Uso equilibrado de especias: No se busca el picante extremo, sino un equilibrio de aromas y sabores.

2. Comida para compartir: Muchos platos se sirven al centro para que los comensales compartan.

3. Cultura del mezze: Entrantes pequeños que se sirven antes del plato principal, parecidos a las tapas.

4. Presencia de lo dulce: El dulce es parte esencial de la mesa, especialmente en celebraciones religiosas como el Ramadán.

5. Simbología religiosa: El ayuno en Ramadán, el banquete de Eid, y la bendición de los alimentos son parte integral del acto de comer.

Comidas típicas árabes: una sinfonía de sabores

A continuación se presenta una lista de platos árabes típicos que forman parte esencial de su tradición culinaria:

Entrantes y aperitivos (Mezze)

• Hummus: Puré de garbanzos con tahini, aceite de oliva, limón y ajo.

• Baba ganoush: Crema de berenjena ahumada con tahini.

• Tabulé: Ensalada fría de trigo bulgur, perejil, tomate y menta.

• Mutabal: Variante del baba ganoush con yogur.

• Labneh: Yogur colado servido como crema.

• Fatayer: Empanadillas rellenas de espinacas, queso o carne.

• Warak enab: Hojas de parra rellenas de arroz y especias.

Platos principales

• Kibbeh: Croquetas de carne y trigo bulgur, fritas o al horno.

• Shawarma: Finas tiras de carne marinada, cocinada en asador vertical.

• Mansaf: Plato tradicional jordano con cordero, yogur fermentado y arroz.

• Kabsa: Mezcla de arroz con carne y especias, típica del Golfo.

• Maqlooba: Arroz, carne y verduras cocinados en olla y servidos volteados.

• Mandi: Plato de Yemen con arroz, cordero y especias cocinado en horno de tierra.

• Cuscús: Semillas de sémola cocidas al vapor con carne y verduras.

• Tajine: Estofado cocinado lentamente en recipiente de barro.

• Kofta: Albóndigas de carne con especias, a la parrilla o al horno.

Panes y acompañamientos

• Pita: Pan plano y redondo, ideal para mojar en hummus.

• Manakish: Pan con za’atar o queso.

• Sambousek: Triángulos rellenos fritos, similares a samosas.

• Freekeh: Trigo verde tostado con carne o verduras.

Postres

• Baklava: Capas de masa filo con frutos secos y miel.

• Ma’amoul: Galletas rellenas de dátiles o nueces.

• Knafeh: Postre de queso y masa kadayif bañado en almíbar.

• Halawa: Dulce de tahini y azúcar.

• Atayef: Pancakes rellenos de nata o nueces, típico del Ramadán.

Bebidas tradicionales

• Té de menta: Símbolo de hospitalidad en el Magreb.

• Café árabe (qahwa): Con cardamomo, fuerte y aromático.

• Jallab: Bebida dulce de dátiles y melaza de uva.

• Ayran o laban: Bebida a base de yogur y agua salada.

La hospitalidad árabe: más que una comida

En la cultura árabe, compartir la comida es un acto de generosidad y respeto. Invitar a alguien a comer es un gesto de amistad profunda, y los anfitriones suelen ofrecer lo mejor de su cocina. Las reuniones familiares giran en torno a grandes mesas donde abundan los platos, los panes recién horneados, el té caliente y los dulces caseros.

Fiestas religiosas y comidas emblemáticas

• Ramadán: Durante este mes sagrado de ayuno, la comida cobra un valor espiritual. Se rompe el ayuno con dátiles y agua, seguido de sopas (como la harira), panes y dulces.

• Eid al-Fitr: Marca el fin del Ramadán, con grandes banquetes y platos elaborados como el ma’amoul.

• Eid al-Adha: La fiesta del sacrificio, donde el cordero es protagonista.

Influencia de la cocina árabe en el mundo

La cocina árabe ha dejado una huella imborrable en muchas otras cocinas del mundo:

• En España, con la influencia andalusí: el uso del arroz, el azafrán, el almíbar.

• En Sudamérica, con platos como el kibbeh adoptados por la comunidad árabe libanesa y siria.

• En Europa, donde el hummus y el falafel son omnipresentes en menús vegetarianos y saludables.

Cocina árabe moderna: entre la tradición y la innovación

Hoy, muchos chefs árabes están recuperando las recetas tradicionales y dándoles un toque contemporáneo. En ciudades como Dubai, Doha o Casablanca, florecen restaurantes que combinan ingredientes locales con técnicas modernas, apostando por una cocina de autor con raíces profundas.

También, la popularización de la alimentación saludable ha acercado la cocina árabe al público occidental gracias a su abundancia de vegetales, legumbres, carnes magras y especias naturales.

Conclusión: mucho más que comida

La gastronomía árabe es un testimonio vivo de historia, espiritualidad y comunidad. A través de sus platos, se cuentan historias de caravanas, de mercados de especias, de celebraciones religiosas y de hogares cálidos. Desde el sencillo hummus hasta el complejo mansaf, cada receta guarda una parte del alma de esta cultura milenaria. Conocerla y disfrutarla no es solo alimentarse: es saborear siglos de identidad y resistencia.