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Torta celestial con crema de yema
Torta celestial con crema de yema. Un postre tipo de los antiguos conventos, son postres portugueses para los golosos. Solo tiene un inconveniente: cuando empiezas a comer, no puedes parar, ja, ja, ja, de lo bueno que está.
Ingredientes:
Bizcocho:
- 6 huevos
- 200 gr de azúcar
- 190 gr de harina
- 1 cucharadita de levadura Royal
Crema de yema:
- 250 gr de agua
- 500 gr de azúcar
- Vainilla en polvo
- 15 yemas de huevo
- 1 cuchara de sopa de harina
Decoración:
- Huevos hilados
- 5 frambuesas para decoración
Preparación de como hacer una torta celestial:
Para el bizcocho, mezclar los huevos com el azúcar, hasta obtener una crema suave. Añadir la harina y la levadura. Mezclar y envolver bién.
Untar con mantequilla y harina, una bandeja de unos 40×30 cm.
Verter la masa y llevarlo al horno durante unos 20 minutos (180º).
Para la crema de yema, hervir el agua con el azúcar y una pizca de vainilla, durante 2 minutos.
Retirar y dejar enfriar ligeramente.
Aparte, mezclamos las yemas con la harina. Vertemos este preparado en forma de hilo (en otro recipiente), moviendo siempre con unas varillas metalicas manuales. Lo llevamos de nuevo a fuego, sin parar de remover, hasta que hierva, durante 2 minutos más.
Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Una vez terminado el tiempo en el horno del bizcocho, lo retiramos y echamos sobre una hoja de papel vegetal, pulverizada con azúcar.
Untar con la mitad de la crema de yema y enrollamos. Dejamos enfriar y retocamos las extremidades (para que quede bonito).
Cubrimos con la otra mitad de la crema de yema y lo servimos decorado con el huevo hilado y las frambuesas.
Torta celestial y los postres portugueses conventuales
Los postres de Portugal conventuales tienen una larga historia que se remonta a los siglos XVI y XVII. Durante este período, los conventos y monasterios portugueses eran conocidos por su repostería y dulces elaborados. Las monjas y frailes utilizaban ingredientes locales, como almendras, huevos y azúcar, para crear deliciosos postres.
Estos postres a menudo llevaban nombres religiosos y eran elaborados con recetas secretas transmitidas de generación en generación. Eran preparados con esmero y dedicación, y se consideraban verdaderas obras maestras culinarias.
Algunos de los postres de Portugal más famosos incluyen:
- Pastéis de Belém: Estos pasteles de crema son uno de los postres más emblemáticos de Portugal. Se caracterizan por su delicada masa hojaldrada rellena de crema pastelera con un toque de canela y azúcar glas espolvoreada por encima. Los auténticos pastéis de Belém solo se pueden encontrar en la Fábrica de Pastéis de Belém, en Lisboa.
- Barriga de Freira: Este postre lleva el nombre de «barriga de monja» y consiste en una capa de almendra y azúcar glas con forma de triángulo o rectángulo. Su textura es suave y mantecosa, y se derrite en la boca.
- Pudim Abade de Priscos: Un pudin denso y rico, elaborado con huevos, azúcar, tocino de cerdo, canela y vino de Oporto. Tiene un sabor único y es muy apreciado en la cocina portuguesa.
- Toucinho do Céu: Es un pastel de almendra con una textura densa y húmeda. Se elabora con almendras molidas, azúcar y huevos, y se hornea hasta que adquiere un color dorado.
Estos son solo algunos ejemplos de los deliciosos postres de Portugal. Cada uno de ellos refleja la dedicación y la habilidad de las monjas y frailes que los crearon, así como la rica tradición culinaria de Portugal. Hoy en día, estos postres se pueden encontrar en pastelerías y tiendas especializadas en todo el país, deleitando a los amantes de la repostería con su sabor y belleza.
¿Que son los huevos hilados?
Los huevos hilados, también conocidos como huevos en hebras o huevo hilado, son un tipo de preparación de huevo que se utiliza comúnmente como adorno o decoración en la gastronomía. Consiste en hilos finos y delicados de clara de huevo cocida que se entrelazan formando una especie de red o nido.
Para crear los huevos hilados, primero se separan las claras de las yemas de los huevos. Luego, las claras se baten ligeramente y se sazonan con sal u otros condimentos según la receta. A continuación, las claras se pasan a través de un colador con agujeros pequeños o una herramienta especializada llamada «hiladora de huevos». Esta herramienta tiene una serie de agujeros por los que se vierten las claras batidas, permitiendo que caigan en forma de hilos finos mientras se cocinan en contacto con el aire caliente o el aceite caliente.
Los hilos de clara de huevo se van entrelazando y se forman en una especie de nido o montículo de hilos delicados. El proceso requiere cierta destreza y paciencia, ya que los hilos se forman rápidamente y es importante controlar el tiempo de cocción para obtener la textura deseada.
Los huevos hilados se utilizan comúnmente como adorno en platos y postres. Aportan una textura crujiente y un aspecto visual atractivo a las preparaciones. Se pueden utilizar para decorar ensaladas, platos de pasta, sopas, carnes o incluso como adorno en postres como pasteles o helados.
En muchas culturas, los huevos hilados son parte de la tradición culinaria y se utilizan en platos específicos. Por ejemplo, en la cocina china, los huevos hilados se usan en platos como la sopa de huevo hilado y enrollados de huevo. En la cocina peruana, se utilizan en platos como el arroz chaufa y el lomo saltado.
Los huevos hilados agregan un toque de elegancia y sofisticación a las preparaciones culinarias, brindando no solo un sabor agradable, sino también una presentación visualmente atractiva. Su delicadeza y textura crujiente los convierten en un adorno versátil y apreciado en la gastronomía.
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